El uso de fármacos anticonceptivos en mascotas como método para evitar el celo y embarazos en caninas y felinas es una práctica peligrosa y que pone en riesgo la vida de estos seres. Por esta razón, tanto médicos veterinarios como responsables o tutores, deben considerar evitar su administración para el control de los ciclos reproductivos, en las hembras.
Para continuar con este tema tan importante para la salud de estos animalitos, es necesario conocer parte del proceso reproductivo de las hembras caninas. Primero, el celo o estro se define como el estado en que una hembra se encuentra lista para el apareamiento con el macho.
Este periodo se presenta al alcanzar la madurez sexual, el cual se presenta entre los 8 y 15 meses de edad dependiendo de la raza. Este fenómeno ocurre por lo general cada 6 a 12 meses. Es en esta etapa del ciclo de las hembras en la que su dueño busca evitar su embarazo.
El método conceptivo más común que aplican a las hembras son las inyecciones de planificación, que pueden ser las de un mes o tres meses. Al utilizar este tipo de fármacos, que pone en peligro la vida de la mascota, no es una práctica que sea reconocida por un buen médico veterinario.
Los estragos y sus consecuencias son graves, esto aumenta el riesgo de presentar enfermedades reproductivas, como piometra o tumores mamarios que pueden llevar a la muerte también genera desequilibrio hormonal. En cualquiera de los casos, la única solución es la cirugía.
Este tipo de prácticas expone a estos seres a un sufrimiento innecesario, lo que es sancionado con base en la Ley Especial de Protección y Bienestar Animal de nuestro país.
Sin lugar a duda, el uso de anticonceptivos en mascotas genera más daño que beneficios. Hasta la fecha, no existe un fármaco de anticoncepción seguro en la medicina veterinaria, ya que todos los productos que actualmente se encuentran a la venta producen efectos secundarios negativos.
El método más efectivo y recomendable es la esterilización o castración quirúrgica de mascotas. Las hembras ya no tienen un ciclo hormonal; esto elimina la atracción y el acercamiento indeseados de machos. Existen varias condiciones de salud potencialmente fatales y enfermedades transmisibles que los animales pueden contraer o desarrollar como resultado de no ser operados y de la reproducción; por ejemplo, la piometra, el TVT o los cánceres reproductivos. Estos riesgos se eliminan cuando el animal es esterilizado o castrado.