Esta reciente ciencia proporciona asistencia y evidencia a favor de las víctimas: los animales. En América Latina, Colombia es pionera gracias a la trayectoria del Dr. Julio César Aguirre. Él platicó sobre su importancia y lo positivo de que El Salvador se capacite en la rama.
¿Qué implica la veterinaria forense?
Brinda a la justicia evidencia física, química, biológica y comportamental en casos de maltrato, crueldad y mala tenencia animal. Es una ciencia que integra varias disciplinas y es muy nueva en el mundo, nada más en Estados Unidos empezó en 2008. En 2016, el FBI realizó esfuerzos muy importantes por recategorizar el delito y ese mismo año en otros países latinoamericanos dan el paso a la penalización del delito de maltrato animal. Existe un movimiento normativo, social y cultural que demuestra que se está tomando conciencia de lo importante que es el respeto por todas las formas de vida.
¿Por qué ha sido difícil que las sociedades reconozcan que un animal es un ser sintiente?
Hay un tema cultural. Estamos muy arraigados con el asunto del recurso. En el mundo pueden existir países mega diversos, muchos de ellos en América Latina. Aquellos que viven en países con exuberante flora y fauna están acostumbrados a ese ambiente, pero olvidan que el recurso se acaba y atacan el ambiente. En ese cambio cultural, padecemos dolor porque nos acomodamos a nuevos modelos para proteger la vida.
Ahora, el cambio climático nos está cobrando un alto precio por ese uso excesivo. En ese acostumbramiento y cambio cultural, es un dolor que debemos padecer porque nos acomodamos a los nuevos modelos para proteger la vida.
Desde la disciplina forense, pero también para que los ciudadanos contribuyan a ese cambio, ¿podría mencionar tres acciones claves para tener esa transformación en la cultura
La primera recomendación siempre será el respeto por la vida desde nosotros, no desde las instituciones, como ciudadanos. Segundo, la resolución pacífica de conflictos. La vida en sociedad tiene problemas, pero siempre debe haber una atención responsable de ellos. Tercero: denunciar aquellas conductas que atenten contra la seguridad y convivencia de nuestros territorios.
¿Qué significa que su trabajo ha tenido eco internacional y ahora llega a un país que da sus primeros pasos en bienestar animal?
Significa volver una década atrás y revisar que si en mi país hubiera existido esta apertura interinstitucional, las cosas hubieran sido menos complejas. Colombia tuvo una gran resistencia por parte de las instituciones, que no veían un futuro en las ciencias forenses para animales, sobre todo en asuntos de desarrollo normativo. El Salvador, a pesar de estar iniciando, tiene una apertura que no tiene parangón. Y es que en esta apertura, inicialmente las ganas de recibir la información y no tener tantos prejuicios alrededor de un tema, hacen que la asimilación del mismo sea más rápida. Lo que nos tomó a nosotros una década, seguramente a El Salvador le costará mucho menos y tendrá cambios sustantivos y más rápidos.
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