Desde el inicio de sus funciones, Bienestar Animal ha enfocado sus esfuerzos en crear una cultura de respeto hacia la vida de animales de compañía, y para ello ejecuta distintos ejes: el trabajo de seguimiento a casos de maltrato, la sensibilización a personal de alcaldías y agentes policiales, la divulgación de la ley y, además, la formación a distintos profesionales vinculados a la temática de protección animal. Y es así como este 20 de julio se inauguró el primer “Curso-Taller en Pericia Forense Veterinaria para la Protección Animal”.
Durante cinco días, los destacados médicos veterinarios forenses de Colombia, Julio César Aguirre y Alejandra Marín, compartirán sus conocimientos sobre perfilación animal, peritos en unidades forenses veterinarias, criminalística de campo, animales en custodia y, especialmente, sobre bienestar y protección animal con veterinarios, abogados, zootecnistas y empleados públicos vinculados en la temática de crueldad animal del país.
A través de este curso, la autónoma tiene como objetivo que los participantes salvadoreños adquieran los conocimientos necesarios en la identificación del maltrato y crueldad animal para salvaguardar la integridad física emocional de los animales desde la experticia y larga trayectoria de Aguirre y Marín, pioneros en la medicina veterinaria forense de Colombia.
“Es histórico porque es la primera vez que se da este tipo de cursos en el país. Para nosotros es bastante retador el hecho de motivar al Bienestar Animal a través de las herramientas científicas”, comentó Edwin García, coordinador de la Unidad de Animales de Compañía de BA, durante la inauguración.
Aguirre, quien además es decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Remington, director científico en Medicina Veterinaria Forense de Colombia y miembro de la Comunidad Interamericana de Analistas Criminales de la OEA, profundizó en el concepto y las diferencias de la protección y bienestar animal, en los protocolos idóneos ante el maltrato de mascotas, el desarrollo y mejoras en la intervención forense veterinaria y la violencia como un problema de salud pública que alcanza a los animales, y que debe ser de interés del Estado.
Han sido más de diez años en los que Aguirre y Marín han impulsado una importante transformación sobre la temática animalista en el país suramericano, que los ha llevado a guiar a otras entidades latinoamericanas, públicas y privadas. En El Salvador, su intervención es clave debido a la naciente autónoma y las recientes normativas sobre la protección y bienestar animal.
“El Salvador, a pesar de estar iniciando, tiene una apertura que no tiene parangón en lo que yo he revisado en los países que hemos atendidos. Y es que esta apertura, inicialmente las ganas de recibir la información y no tener tantos prejuicios alrededor de un tema, hacen que la asimilación del mismo sea más rápida. Lo que nos tomó a nosotros una década, seguramente a El Salvador le costará mucho menos y tendrá cambios sustantivos más rápidos”, afirmó Aguirre.
Esta actividad también incluirá múltiples casos forenses simulados, basados en situaciones reales; así como prácticas de tanatología y traumatología forense, toxicología y necropsia forense. Bienestar Animal continúa actualizándose y formando a la población salvadoreña para construir una sociedad respetuosa con todo ser vivo.
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